La sola y el viento...
Dirección: Maite Aranzabal
Payasa: Natalia Manuel
Los temas tristes que nos afectan son temas recurrentes, invariables y atemporales en la historia de nuestra humanidad. Son temas, como quien dice…“candentes” para ser representados por las artes escénicas. Y el teatro como arte performática es por lejos el que mayor contacto físico propone con su público: principalmente lo podemos ver y escuchar al mismo tiempo en que se va haciendo.
Volviendo a lo candente de la cuestión, la soledad es uno de esos grandes temas que nos pica a todos. Nos iguala. Es un mal humano. Ahora, el chiste es cómo nos agarra.
En el marco del Programa Formación de Espectadores 2013, se presentó en la ciudad de Cipolletti en la sala de la UNTER la obra Soy sola... que retoma el tema de la soledad y lo hace desde la perspectiva del clown.
A través de Luisa -la payasa- vemos las situaciones típicas que se pueden desencadenar al sentirse en soledad. De su familia ni mú, su amiga la excluye de sus planes y el muchacho con el que quiere algo…él no quiere.
De a poco la payasa va entrando en confianza con su público y durante el desarrollo del espectáculo va entablando una relación de paridad. De alguna manera, la reflexión sobre la soledad tan pronunciada durante toda la obra se va entibiando con la propuesta clownezca de acercarse al espectador. Ella los mira, los toca, les habla, los rodea, les pregunta. Genera vínculo.
Y hablar de la soledad, acá y ahora, sin paredes que pronuncien divisiones entre actores y no actores, ni pedestales que eleven al arte por encima de los otros, es una interesante vuelta dramatúrgica que resuelve, al menos durante la obra, la paradoja de la soledad.
Toda la obra entra en esa valija, nos cuenta la actriz Natalia Manuel. Y así corre con la ventaja de llevar a la payasa y su valija de gira más allá de los límites de la soledad. 
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