21/5/11

El humor negro en el teatro



Instituto Universitario Nacional del Arte
Área Transdepartamental de Crítica de Artes

II JORNADAS DE ESTUDIANTES Y GRADUADOS EN CRÍTICA DE ARTES
“Cuestiones críticas y la crítica en cuestión”



Lic. Ibarra Inés
El humor negro en el teatro
Lic. en Crítica de Artes


Introducción

En trabajos anteriores venimos abordando el rasgo de lo cómico como una categoría estética aplicada al la producción de las artes escénicas. Y encontramos cierta analogía estructural en la conformación de lo cómico como tal y en la conformación del lenguaje teatral. La analogía encontrada se refiere a que el teatro que venimos estudiando, el occidental, se estructura a partir del modelo actancial, es decir, el elemento que estructura al lenguaje en cuestión es la existencia de líneas de fuerza (no paralelas) que se manifiestan en tensión.

Esta forma, la de líneas de fuerzas en tensión, la vimos repetirse en lo que llamamos cómico. Para que lo cómico se produzca y por consecuencia tenga un efecto risible, más allá de toda definición que pueda darse, observamos que necesariamente tienen que existir fuerzas que se opongan. Si pensamos en la secuencia de acciones, lo cómico se estructurará como un cambio no habitual en su transcurso, si pensamos en el texto y su interpretación, el enunciado tomará distancia de la expectativa previsible en su enunciación.

Intentando aproximar un paso más, nos dimos cuenta de que el concepto de lo cómico no nos permite metodológicamente avanzar en el análisis de las muestras que tomamos. La razón de ello es que era ciertamente forzado nombrar como cómico aquello que estamos mirando que a modo de síntesis, se trata de obras teatrales que en su temática se refieren a aspectos trágicos de la humanidad o lo humano pero en su forma el tratamiento dado produce efectos risibles.

La cuestión que tal vez más incomoda es que hablar de lo cómico nos remite demasiado al género y precisamente, el corpus que tomamos claramente no pertenece al género. Es por ello que vimos necesario realizar un esquema en el que podamos ubicar este corpus de obras. Y fue entonces que pensamos en el concepto de humor. Este concepto, reenvía a un estado que puede ser tanto “bueno” como “malo” y de alguna manera, aunque abordamos el humor risible, nos desligamos de una asociación cristalizada.

Ahora bien, llevando el concepto a nuestro campo, el de la estética, implica tratar de definir el humor (como diferente al campo de lo cómico) y observamos que se lo ha analizado desde varios puntos de vista, desde el arte, la filosofía, hasta la ciencia sin llegar a una sola conclusión. Por esta razón, no se puede partir de una sola concepción del humor.

Sin embargo, encontramos que es más frecuente la utilización de la definición tradicional de humor que fue aportado por S. Freud en el año 1927 y que la encontramos analizada por O. Steimberg en Sobre algunos temas y problemas del análisis del humor gráfico:

“El locutor del dicho humorístico tematiza o manifiesta en principio un sufrimiento, una ofensa recibida del mundo exterior. El efecto placentero -que también es descripto por Freud en tanto efecto compartido por emisor y receptor- devendría de un ahorro en emoción, al subordinarse la ofensa al principio del placer a través de la confirmación, mediante el acto de humor, de la "grandeza" del yo” (Steimberg, 2001)

En consecuencia, no pareciera muy desacertado considerar al humor como una categoría -estética- y ubicarlo en el medio entre lo cómico y lo trágico y asimismo, distanciándose de las emociones suscitadas por lo trágico y lo cómico, es decir, que en el medio de esos dos ejes podríamos encontrar obras teatrales que a través del recurso humorístico pongan en tensión lo trágico y lo cómico, al mismo tiempo que se distancia de uno y otro.

La negrura que le agregamos es para darle una mayor precisión al lector y de esta manera pueda anclar el concepto de negro con el corpus que trabajamos. Aunque Pavis habla de comedia negra, al mismo tiempo se retracta señalando que “de la comedia la obra sólo tiene el nombre”[1]. De esta manera, si hablamos de humor negro se sabe que son textos que se refieren al mundo de manera pesimista.


Humor en escena

¿De qué manera entonces aparece el humor? ¿Cuáles son sus procedimientos? ¿Cuáles son los principales elementos que participan en al construcción del humor?

Para realizar un análisis de cómo los procedimientos humorísticos aparecen en escena recordamos casi accidentalemente dos conceptos del teórico teatral Patrice Pavis que nos parecen claves, dado que nos podrían permitir abordar al teatro desde sus reglas de generación para luego pensar en su procedimiento humorístico.

El primero de ellos define a la composición paradójica como la técnica dramatúrgica con la que cuenta el escritor con el fin de invertir la perspectiva de la estructura dramática.

Pavis señala al menos dos maneras en que puede darse esta inversión:

a-      El Intermedio cómico que consiste en insertar un episodio cómico en plena situación trágica.
b-     La figura de la ironía que consiste en mostrar la ironía del destino de un personaje trágico

¿Será posible pensar la composición paradójica como un recurso con la que cuenta el humor?

Vayamos al ejemplo: la obra Campocómico (2005) con dramaturgia de Javier Santanera y José Luis Valenzuela y dirigida por este último, está principalmente basada en la trilogía de Primo Levi, y sus relatos de sobrevivir el Holocausto.

La obra tendrá entonces, como universo temático el campo de concentración y de este fondo resalta el personaje de un prisionero que a su vez se convierte en un contador de chiste y realiza su show con cierto reenvío al stand up. Los chistes tienden mayoritariamente a referirse a la supervivencia en  el campo. Y será esta tensión el elemento que configura el monólogo de principio a fin.

Observamos que la obra comienza con una serie de chistes que funcionan como carta de presentación del cómico. De este modo, se obtiene un primer plano que dista del prisionero. De a poco, el contenido de los chistes vira hacia la zona oscura del campo y aparece un segundo plano.

Podría decirse que los dos elementos de la composición paradójica se encuentran presentes en este texto. Veamos un ejemplo de intermedio cómico en la siguiente réplica:

-(…) Se escucharon varios disparos, un largo silencio y ya nunca más volvió (Shepszel) a escuchar a su mujer ni a sus hijas.
Dichoso de él, diría Elías (…)-

Y al revés:

El personaje se prende un cigarro mientras hace aparecer carteles con los siguientes textos:

-(…) ¿Es lindo el amor, no? / 14 meses dura la pasión /  16 días la alegría por ganar la lotería / 1 hora la conmoción mundial por la masacre de Krieve / 15 minutos la muerte en cámara de gas  (…)-

Con respecto a la figura de la ironía, la vemos claramente en el final cuando el personaje cierra su show:

-(…) ¿El espectáculo no les gustó? Les pido mil disculpas. Disculpas, disculpas, disculpas, disculpas, disculpas…
¡Ah! Ya entiendo. Lo que ustedes están esperando es el remate de esta historia. Lo único que interesa en realidad es el remate, es lo más importante. No se preocupen, amigos, puedo asegurarles que tengo preparado para ustedes un buen remate (…)
Comencemos, ¿Cuánto me dan por este gorro que perteneció al minero armenio Levon Bobosian? ¿Quién ofrece más? ¿Cuánto? ¡Un millón al señor!
¿Y cuánto por esta camisa que perteneció al poeta Tadeuz Borowski y luego pasó a manos de mi amigo personal, el ingeniero Primo Levi? ¿Cuánto señores? ¡Tres millones ahí!

Mientras sigue el personaje con el remate, se proyecta un texto a un costado en el que se observa un listado de países que fueron escenario de masacres y genocidios seguido por cifras millonarias que guiñan la cantidad de muertes de casa uno de esos países. Por otro lado, los objetos de remate son todos aquellos que se observan en escena más el vestuario del personaje. Asimismo, puede apreciarse que los objetos están claramente derruidos y las prendas  convertidas en harapos.


La perspectiva del humor

La noción de perspectiva también nos parece interesante evocar dado que nos remite a la idea de construcción de una mirada escénica. Es decir, el escenario puede pensarse como aquel espacio en el cual se calcula cómo será mirado lo que se expone. Esta variable, poco atendida, permite reconstruir el tipo de convención presupuesto.

En la obra traída a ejemplo vemos como la construcción del personaje es coherente con la perspectiva elegida: la ruptura de la cuarta pared. La obra construye dos personajes, el del contador de chistes, que a su vez invisibiliza al personaje del prisionero, pues se trata de un comediante y ya no un actor. El contador de chistes supone un efecto de borramiento en cuanto a la construcción de personaje y exige la ruptura de la cuarta pared puesto que el cómico se dirige al público creando un efecto de transparencia


A modo de cierre

Para finalizar diremos, en primer lugar, que es posible ver que esta obra en particular tiene una estructura con dos niveles de teatralidad que se cruzan. Se construyen dos espacios, dos personajes, dos historias. El espacio del stand up y el espacio del campo de concentración, el cómico que se desdibuja del personaje del prisionero, el relato del cómico y el relato del prisionero.

Además de estos cruces, la composición paradójica parece ser la estructura sobre la que se erige el texto y su puesta en escena. El aspecto cómico parece convocado por esa jocosidad propia del espacio del stand up y llevado a un espacio tortuoso. ¿Será que la estetización del humor procede como un filtro?

La distancia tanto con la identificación y la catarsis, como con el extrañamiento absoluto, la interpelación al público, la caída de la cuarta pared, mostrar el carácter construido del teatro… ¿Se podrán agrupar estos elementos dentro del campo del humor?

Según ciertas líneas de corriente teórica un rasgo característico de estilo de época, el de ésta, es la hibridación, la mezcla y cruces de lenguajes. ¿Será que el humor fue lo suficientemente permeable para dejarse nutrir por otras raíces?






Referencias bibliográficas

Genette, G. (Ed. 1982) Palimpsestos, Madrid: Ed. Taurus

Ibarra, I. (2010) “Tragedias y conflictos sociales en escena”. Trabajo presentado en el XIX Congreso Internacional de Teatro Iberoamericano y Argentino

Ibarra, I. (2011) “Estética de la creación teatral”. Trabajo aceptado para presentar en las II Jornadas de Crítica Genética

Nietszche, F. (Ed. 1998) El Nacimiento de la tragedia, Madrid: EDAF

Pavis, P. (Ed. 2007) [1998] Diccionario del teatro. Dramaturgia, estética, semiología. Bs As: Paidós

Steimberg. O. (2001) “Sobre algunos temas y problemas del análisis del humor gráfico” Signo y seña, Instituto de Lingüística, Facultad de Filosofía y Letras, UBA

Toker, Rudy y Eliahu (2003) Odiar es pertenecer y otros chiste para sobrevivir. Buenos Aires: Norma Editorial






Notas



[1] Habría que agregar que Pavis aproxima la comedia negra a la tragicomedia. Si decidimos apartar este género es porque de alguna manera no alcanza a definir nuestro corpus. Vemos que los aspectos temáticos que regularmente se presentan en lo tragicómico no corresponden totalmente a los reenvíos que observamos en el ejemplo que utilizamos.