6/10/10

Teatro + Cine: posibilidades narrativas de la articulación de dos dispositivios


VIII CONGRESO NACIONAL Y III INTERNACIONAL DE SEMIÓTICA DE LA ASOCIACIÓN ARGENTINA DE SEMIÓTICA. "CARTOGRAFÍA DE INVESTIGACIONES SEMIÓTICAS"
CARTOGRAFÍA DE INVESTIGACIONES SEMIÓTICAS
6 al 8 de Octubre de 2010, Posadas, Misiones, Argentina



TEATRO + CINE: POSIBILIDADES NARRATIVAS DE LA ARTICULACIÓN DE DOS DISPOSITIVOS

Palabras Clave:
Teatro – cine – narrativas – hibridación – dispositivo – posmoderno

Resumen:
El presente trabajo forma parte del proyecto de investigación “La dimensión ético/política del arte contemporáneo II: artes escénicas e imagen técnica, especificidades e interrelaciones”.
Dicha investigación se inscribe en el marco de los estudios que desde la tradición marxista y neomarxista, pensaron la crisis de las categorías estéticas de la modernidad cultural -autonomía, totalidad, racionalidad, arte/industria cultural-, y la eclosión de nuevas modalidades discursivas caracterizadas por ciertos rasgos posmodernos -hibridación, fragmentación, intertextualidad, etc.-.
De esta manera, circunscribiremos nuestro análisis en este segundo momento y nos proponemos estudiar la dimensión de la imagen técnica y su rol en la transformación de modalidades narrativas en las artes escénicas.
Para este fin, tomaremos la obra de teatro “Sin Sangre” del grupo chileno Teatro Cinema dado que forma parte del campo de las producciones artísticas de nuestra contemporaneidad en la que observamos modificaciones en las estrategias de representación y a su vez nuevos modos de visibilidad del arte posibilitados por la combinatoria de dos dispositivos.


La investigación “La dimensión ético/política del arte contemporáneo II: artes escénicas e imagen técnica, especificidades e interrelaciones” se inscribe en el marco de los estudios que desde la tradición marxista y neomarxista, pensaron la crisis de las categorías estéticas de la modernidad cultural como autonomía, totalidad, racionalidad, arte/industria cultural, y la eclosión de nuevas modalidades discursivas caracterizadas por operatorias como la hibridación, fragmentación, intertextualidad, etc.
Trabajaremos este segundo momento prestando atención a la dimensión de la imagen y su rol en la transformación de modalidades narrativas en las artes escénicas. Para introducirnos en este aspecto de las transformaciones nos resulta de gran utilidad y pertinencia los conceptos desarrollados por Jaques Rancière en “Sobre políticas estéticas”. En dicho texto, el autor señala la existencia de un régimen de identificación del arte y define este régimen como aquel que pone determinadas prácticas en relación con formas de visibilidad y modos de inteligibilidad específicos. Sin este régimen de percepción y de pensamiento que posibilita distinguir formas como formas comunes (es decir, formas legibles), no hay arte.
Por otro lado, Rancière define la política del arte como la reconfiguración de la división de lo sensible, es decir, “en introducir sujetos y objetos nuevos, en hacer visible aquello que antes no lo era”. Más adelanta señala que en esta división se hace presente la creación de disensos y esto constituye una estética de la política. La relación entre ambas, entre estética y política es entonces “la manera en que las prácticas y las formas de visibilidad del arte intervienen en la división de lo sensible y su reconfiguración, en el que recortan espacios y tiempos, sujetos y objetos, lo común y lo particular”
Asimismo podríamos relacionar el régimen de identificación del arte -el cual permite distinguir formas de visibilidad- como un sistema de validación en el que se pueden encontrar las reglas de la producción artística, y la creación de disensos como la reconfiguración de los objetos envueltos en ese régimen.
Pero vamos inmediatamente a ejemplificar esto que acabamos de mencionar: la obra de teatro “Sin Sangre” del grupo chileno Teatro Cinema forma parte del campo de las producciones artísticas de nuestra contemporaneidad en la que observamos modificaciones en las estrategias de representación y a su vez nuevos modos de visibilidad del arte posibilitados por la combinatoria de dos dispositivos.
En trabajos anteriores (I. Ibarra, 2009) abordamos el análisis de esta obra a partir de cuatro variables: hiperdispositivo-configuración de personajes-espacio-tiempo. Esta elección no es caprichosa sino que creemos que a través de las variables mencionadas podremos al menos intentar dar cuenta de sus operatorias y de esta manera poder acercarnos, aunque sea aproximadamente, a la especificidad del objeto.

Hiperdispositivo: Dada la articulación del dispositivo teatral y el dispositivo cinematográfico, quisiéramos enfocarnos en el resultado de este encastre. En esta obra observamos una manera particular de mostrarse. La producción de imágenes posibilitadas por el resultado de este hiperdispositivo anteriormente señalado modifica el esquema perceptual que puede preverse en un contrato de lectura –clásico- entre actores/espectadores: a lo que el espectador de teatro mira como cuerpos en escena que se desenvuelven en un determinado espacio dando un plano específico, se añaden otros nuevos planos. Los cuerpos están ahora expuestos a nuestra mirada mediatizados por una pantalla de cine y en este sentido, si observamos la proyección de un plano detalle, éste fija el punto de vista del espectador dando por efecto su inclusión a la escena.

Configuración de los personajes: en cuanto a la caracterización de los personajes es importante señalar la fuerte gestualidad y el uso de la amplitud del espectro de la voz que da como efecto de sentido una actuación simbólica, codificada o mejor dicho, del artificio que tiene la interpretación. No habría que olvidar a Pasolini cuando anuncia que el teatro utiliza los mismos signos icónicos que la realidad dando cuenta así del carácter construido que tiene ésta y no sólo exclusivamente de las representaciones teatrales -incluyendo las puestas realistas-. Por otro lado, también notamos el uso que se hace del castellano neutro, más difundido y percibido en los doblajes de cine que en el teatro de habla hispana. Es decir, a través del registro de la voz neutra tanto como el de la interpretación, el artificio está expuesto.

Espacio: cuando observamos las variables que se suceden en el nivel de la historia y del discurso, es decir, en lo que se cuenta y cómo se lo cuenta, vemos que la configuración del espacio está escenificada con pocos objetos y completada con proyecciones. De esta manera, una escena tomada de la obra que representa a una mujer y un hombre sentados en una mesa de bar se incorpora la proyección de todo ese espacio en donde se ven otras mesas, otras personas, los mozos, entre otros. Otro uso del espacio está dado por la existencia de una translocación de planos, es decir, al plano frontal que da el espacio teatral se suman planos verticales. Será mejor explicar esto ejemplificándolo: se observa una pareja de frente, detrás de ellos una cama parada en vertical. Esto se combina con una proyección de un ventilador de techo visto de frente y que está delante de los actores con lo cual se obtiene un plano cenital de la escena y la pareja no está de pie sino acostada. Con esto queremos decir que el espacio se utiliza tanto frontal como verticalmente.

Tiempo: en cuanto a la configuración del tiempo se observan los mismos tratamientos que puede haber en el cine como los flashbacks, simultaneidad, condensación, elipsis, pero también se agrega el tiempo psicológico más regular en el teatro. Si bien es posible utilizar estas mismas figuras con otras operatorias en el teatro, aquí se resuelven de manera cinematográfica.

A modo de conclusión
La importancia de una producción como ésta reside en el hecho de que parecería inaugurarse una nueva manera de hacer generando un espacio relativamente novedoso de interacción entre la obra y su espectación. Se asistiría entonces a la emergencia todavía difusa de una estrategia diferente que implicaría un nuevo planteo en la representación.     Por otro lado, el impacto de nuevas imágenes para el teatro puede despertar la atención del espectador si consideramos que éste tiene un saber preexistente en cuanto a la contemplación de imágenes. Como dice el prólogo de Eulàlia Bosch en Modos de Ver de Jhon Berger “Lo visible no es más que el conjunto de imágenes que el ojo crea al mirar. La realidad se hace visible al ser percibida”. La creación de estas nuevas producciones que modifican una visibilidad estabilizada atenta contra ese saber previo haciendo más compleja la capacidad perceptiva en la propuesta de una estética que expone una reconfiguración de la división de lo sensible y por ello, generando un espacio inédito, tal como es formulado por Rancière. Pero también Berger señala que la percepción o apreciación de una imagen depende de nuestro propio modo de ver.
Por supuesto no es nueva la utilización de recursos cinematográficos en el teatro. Pero aquí, la fusión entre lenguajes no está sólo en lo que se puede “mirar”, sino que nos arriesgamos a señalar, que aquí hay una nueva estrategia de representación, o parafraseando a Ranciére, una nueva forma dentro del esquema perceptivo que distingue otra manera de visibilidad del arte.



Bibliografía:

Berger, J. (2007) 2º Edición. Modos de ver, G. Gili, Barcelona
Rancière, J. (2005) Sobre políticas estéticas. Universitat Autònoma de Barcelona, Server de Publicacions, Barcelona.
Traversa, O. (2009) “Por qué y cómo estudiar las tapas de las revistas: el papel de la noción de dispositivo”. Revista Figuraciones Nº5 (www.revistafiguraciones.com.ar)
------------------------- (2001) “Aproximaciones a la noción de dispositivo”, signo y seña 23, Buenos Aires: Facultad de Filosofía y Letras, UBA